Otro búnker frente al mar

Demasiado tarde

Sin reglas miro/
a donde nada perece
y solo dos amantes
se desnudan.
Con la sangre en las rodillas,
Con la sangre en las rodillas
el niño juega.
Parece sencillo/
Sentado aquí,
la vida es ciclo imparable.
Los arbustos dicen que todas las sequías se acabarán.
Tras la primavera el verano/
Tras el verano el otoño/
Tras el otoño el invierno.
Día de sol o lluvia o nube o nieve tras otro.
Se continua meciendo cunas
aunque todo ahora
sea/
Demasiado tarde.

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Querida Louise Bourgeois:

De lo que queda

A ellos tres.

De lo que somos queda
una vieja fotografía familiar
de un pasado que huele a podrido:
porque entonces yo no era.
A pesar de ser - hoy- un poco más
y de haberme invitado al mundo.
Pero los silencios aún abundan
y estas risas -son fingidas-
se esparcen en vuestra boca.
Es cierto, pudo ser mi culpa,
pero nunca conseguí disfrutar
de los mismos instantes de la vida
que vosotros.

En ocasiones - lo sé-
dejaré un rastro de odio
para aquellos cuerpos que fuisteis:
de incomprensión finita.