Thursday, July 15, 2010

Calma.


Calma, niño mío, nada existe,
y todo es como tu lo ves: el bosque, el humo, el vuelo de los raíles.
En algún lugar, muy lejos, en un país remoto, el cielo es más azul y hay una pared con rosas
o una palmera y un viento más cálido,
y eso es todo.
No hay nada más que nieve en las ramas del abeto.
No hay nada más que besar con labios cálidos,
y todos los labios, con el tiempo, se enfrían.
Pero tu dices, niño mío, que tu corazón es fuerte,
y que vivir en vano es peor que morir.
¿Qué quieres de la muerte? ¿Conoces acaso el hedor que exhalan sus prendas?
Nada es más repulsivo que el suicidio.
Hay que amar las largas horas de dolor que brinda la vida,
los angostos años de anhelo,
cuanto los cortos instantes en que el desierto florece.

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

que tiempos mas bonitos, de verdad, te pareces a mi blancanieves. O
ye una cosa, a ver si para dos dias que me quedan, me vas a dar una alegría.
¿Que? ¿como lo ves? Y luego, a lo mejor te compro un helado, uno bien grande, con el calor que hace, que, te parece ? te atreves ?

12:00 PM  

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